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El aseo del hurón consiste en mantener limpio todo aquello que el hurón utiliza : camas, hamacas, juguetes, mantas, jaula, caja de transporte, tubos, comedores, escondites, todo.

¿Por qué? El olor característico del hurón se debe a sus glándulas sebáceas ubicadas a lo largo de toda la piel de su cuerpo, que se encargan de mantener su piel y pelaje lubricado y en buenas condiciones. También les sirve para “marcar” dejando su olor en todo lo que ellos usan.

La buena noticia es que no es necesario bañar al hurón, la clave está en lavar seguido sus ropas de cama y ocasionalmente los accesorios, juguetes y todo lo que usan. De esta manera nuestra casa olerá agradable.

La limpieza se puede hacer con productos suaves, evitar detergentes o desinfectantes químicos que son tóxicos y que irritan las vías respiratorias del hurón o que pueden causar otro tipo de irritaciones e incluso intoxicaciones u otra cosa grave.

Algunos ejemplos para quitar olores de jaulas serían, alcohol gel o agua con bicarbonato y vinagre blanco. Para lavar hamacas, sacos de dormir, camas : lavar en la lavadora con detergente hipoalergénico y agregar media taza de vinagre blanco, opcional hacer el enjuague con suavizante de ropa hipoalergénico para agregar perfume y más suavidad.

El corte de uñas es importante realizarlo cada diez o quince días o cuando sea necesario. Las uñas deben estar siempre cómodas para el hurón, cuidando que no tengan astillas que se enganchan con facilidad, porque si esto ocurre ellos tiran y tiran y son capaces de llegar a sacarse la uña.

Si decidimos bañar al hurón, que sea en la tina, lavaplatos o la tina con agua tibia, con un shampoo suave, neutro, ojalá sin químicos, un fito shampoo de ortiga, romero, quillay u otro es mi mejor opción. Bañarlo desde el cuello para abajo y cuidar que quede muy bien enjuagado. El secado hacerlo con toallas secas y limpias, el secador de pelo no es recomendable, si es necesario usarlo, que sea en el aire tibio más frío para no dañar su piel. Cuidar en todo momento que no haya corrientes de aire, ni cambios de temperatura. El baño en sí ya es un pequeño estrés para el hurón, entonces cuidar el entorno ayuda a evitar un resfrío por cambio de temperatura.

La frecuencia máxima de baño es una vez al mes, pero mientras menos se baña mejor para su piel y pelaje.

Otro olor que podemos identificar en nuestro hurón, el la liberación de la glándula anal. Este es un olor fuerte, desagradable. Y el hurón solamente lo libera cuando está muy asustado, con un dolor fuerte, jugando o luchando con otro hurón. También los hurones bebés lo pueden liberar con más frecuencia, porque están aprendiendo a controlar su liberación.

Esta glándula tiene sus funciones específicas : es un lubricante natural de las cacas o fecas, es un mecanismo de defensa ante el ataque de un perro u otro peligro similar. En los países que se opera y saca esta glándula, se observa que hay enfermedades asociadas a esa operación : no existe la lubricación natural de las cacas y el hurón no tiene una defensa ante un ataque de un animal. Se asocia a los hurones que presentan prolapso en la vejez u otras enfermedades de la glándula anal, donde queda algo de la glándula operada y secreta, pero no tiene por donde salir la secreción, formándose unas bolitas tremendamente dolorosas para el hurón y que deben ser extraídas con cirugía, por médicos veterinarios con experiencia en hurones.

El olor de la liberación de la glándula anal, no es agradable, pero es totalmente fácil de eliminar del ambiente : ya sea ventilando, aplicando algún spray, prendiendo un incienso o esperando que pase solo. Cuando el olor cae en nuestras manos o en la ropa un lavado con jabón lo soluciona rápidamente.